TEMA3. EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
La Sociología y la Psicología Social utilizan este concepto para definir el proceso de incorporación del individuo a la sociedad. Los individuos necesitan del grupo para poder desarrollarse. Cómo se forman y conservan esos vínculos y cómo el desarrollo de los individuos está marcado por la sociedad a la que pertenecen, todo esto se produce en el proceso de socialización.
Durante muchos años la socialización fue estudiada por la Sociología funcionalista, ello contribuyó a la idea de que los individuos eran totalmente modelables. También ayudó a la idea de que la desviación social se debía a una socialización defectuosa, es decir producto de un mal funcionamiento de instituciones como la familia, encargadas de la socialización.
Hubo otras perspectivas teóricas para entender la socialización, como por ejemplo la combinación del Psicoanálisis con el Marxismo Estructuralista, que entendían la socialización como una imposición de un orden establecido, también los nuevos movimientos sociales de los años sesenta y setenta criticaron mucho este orden establecido.
La revolución sexual y las comunas contribuyeron a la creación de una nueva sociedad sin las normas rígidas establecidas, que aunque facilitaron un cambio social generaron más fracasos que éxitos.
A tenor de todo lo anteriormente expuesto decir que toda sociedad que quiera mantenerse como tal, necesita unos mecanismos de reproducción, o sea, que incorpore a los nuevos individuos a la estructura ya dada. Estos mecanismos pueden ser de dos tipos:
1.- De control social.
Mediante la necesidad que tiene el individuo de vivir en un grupo, y de ser aceptado por este, dándole gran poder de sujeción del individuo. De forma que si un individuo se desvía de la norma se generan mecanismos de control tales como la murmuración generando miedo “al qué dirán” o a ser etiquetado como “raro”.
Sin embargo, existen individuos con personalidad fuerte que escapan a ese control mediante la emigración o buscando aliados para cambiar la norma, siendo combatidos estos comportamientos por parte de la sociedad mediante la expulsión o la violencia.
2.- De adquisición de la identidad.
Con la pretensión de que la identidad de cada individuo se aproxime a la de la media y así pertenecer al grupo de forma voluntaria.
Es importante saber que el análisis del proceso de socialización está influido por la teoría de los “roles”, papeles definidos socialmente y desarrollados por individuos, es decir, actores interpretando papeles en un guion escrito por la sociedad.
A lo largo de la vida se tienen diferentes roles, generando la práctica de las actividades asociadas a éstos, conformando la personalidad y la identidad.
En el juego de roles hay un momento clave en el que se produce un el cambio de papel. Este cambio es conocido como ritual de paso, donde se abandona un antiguo rol y se comienza uno nuevo.
Para ello se utilizan rituales o ceremonias con un doble objetivo:
1.- El individuo se ve cambiado, con una identidad nueva, tiene que dejar de comportarse de una forma, para empezar a comportarse de otra y así adquirir las características de su nueva identidad.
2.- El resto de comunidad reconoce ese cambio, con lo que las expectativas de conducta también cambian.
La teoría del rol y los rituales de paso influyen de forma importante en la socialización, tanto en la escuela como en la educación social.
La institución escolar está llena de rituales de paso, como pueden ser las ceremonias de graduación, el paso de un aula a otra o los viajes de fin de curso que estimulan al alumnado en su progreso y evolución, siendo el acceso y la salida de la institución los momentos más relevantes.
TIPOS Y FASES DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
La socialización va a depender del lugar ocupado por el individuo en la sociedad, pero cuando estas posiciones son variadas y además hay algún tipo de jerarquía entre ellas, entonces el proceso de socialización se diversifica y se produce lo que llamamos socialización diferencial.
Uno de los procesos de socialización diferencial que más polémica ha creado es la que lleva a niños y niñas a posiciones sociales diferentes. Los niños son educados para actividades con mas esfuerzo físico, como la caza, el deporte o la guerra y a las niñas son educadas para actividades como la crianza y las tareas domesticas. Esto genera que si un niño actúa públicamente con actitudes femeninas es tachado de débil, de la misma forma que si una chica tiene actitudes masculinas se le suele decir que “no encontraras marido”.
Otro ejemplo para ver diferentes posiciones sociales es la edad (infancia, adolescencia, adulto y vejez) que marcaran los roles a ejercer en cada ciclo. Las sociedades modernas han visto como esos pasos de un ciclo a otro se han desdibujado y por ello el proceso de socialización se vuelve más complejo.
La historia de la civilización ha sido la historia de la diferenciación social, es decir, la aparición de grupos sociales con diferentes grados de acceso a los recursos materiales y simbólicos de la sociedad, la preparación para el trabajo manual o para el trabajo intelectual ha sido una pieza clave en la separación de los grupos sociales.
La variable étnica ha propiciado sistemas racistas de distribución de trabajos, de escuelas y de posiciones sociales. Pero la raza también se ha usado por los grupos subordinados como elemento de unión “orgullo de raza” para reivindicar derechos propios o un espacio propio. La construcción de la identidad personal es el objetivo de todo proceso de socialización, los conflictos de identidad de las segundas generaciones de inmigrantes por ejemplo, son el resultado de la complejidad que genera crearse una identidad a partir de referentes de dos culturas, la de origen y la de acogida.
La desigualdad en la distribución de las posiciones sociales da lugar a socializaciones diferenciadas. Por ejemplo la socialización de las niñas gitanas `pobres es distinta de la que tienen las niñas de familias gitanas con dinero y a su vez diferente de la de las niñas payas de clase media. También es necesario que exista un nexo común que haga sentirse a los individuos parte de la misma sociedad, como puede ser la religión, el patriotismo o el nacionalismo.
El proceso de socialización tiene dos partes diferenciadas:
1.- La socialización primaria.
Pone los cimientos de la personalidad del individuo y de su unión al grupo. En esta fase la interacción con los adultos es vital para que el niño encaje en la sociedad, en este tipo de socialización, la afectividad es fundamental. El aprendizaje del lenguaje, es muy importante en esta etapa, ya que el lenguaje no solo es un código de comunicación, sino una forma transformar el pensamiento en comunicación así como un dispositivo de transmisión cultural. También es característica de esta etapa la confianza y seguridad proporcionada por los adultos, para ofrecer un entorno donde no haya dudas.
2.- La socialización secundaria.
En esta fase las relaciones afectivas son mucho menores, se adquiere un lenguaje más especializado, como el argot, y el aprendizaje es relativamente rápido.
Agencias de socialización. Resocialización.
La socialización primaria y secundaria se realizan en las llamadas “agencias de socialización” la familia es la agencia de socialización primaria y la escuela es la agencia de socialización secundaria. Pero la escolarización cada vez más temprana ha hecho que las escuelas asuman en mayor medida tareas de socialización primaria, con la consiguiente queja por parte del profesorado, de la “delegación” educativa que hacen las familias en temas como los hábitos y los limites. Existe una proliferación de agencias de socialización secundaria en el tiempo libre, también existen influencias educativas por parte de los medios de comunicación que hace que el proceso de socialización sea más difícil que antes.
Muchos de los problemas de integración de los individuos vienen generados por fallos o errores de la socialización primaria. Muchos adolescentes con conductas delictivas han sido producto de ausencias irreparables en la primera infancia. También muchos hombres que maltratan mujeres han tenido carencias afectivas en su infancia, pero esto no quiere decir que siempre sea así, hay niños con infancias duras que se incorporan a la sociedad sin demasiados problemas y otros con infancias confortables que acaban con conductas de riesgo e ilegales. Pero el caso es que una socialización primaria mal ejecutada con roles familiares poco claros es caldo de cultivo para una socialización secundaria muy difícil.
El papel de los educadores sociales cuando ha fallado la base, es complicado y han de efectuar un proceso de resocialización que no es nada fácil.
Desaprender lo aprendido para orientar la vida de quien lo necesita, seguro que merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario